Simone Weil.

La Voluntad, obra teatral que significó el regreso del reconocido actor, director y dramaturgo Cesar Brie a nuestro país, relata por medio de una ingeniosa puesta la vida de Simone Weil, una mujer que se entrega al servicio de las personas más vulnerables.

Dramaturga, filósofa, escritora, feminista, docente, cristiana, luchadora, revolucionaria, una heroína del siglo XX digna de admiración y de ser reconocida. Una entrada al teatro que para mí significó mucho más que asistir a ver un espectáculo, ya que para quienes desconocíamos su existencia, La Voluntad nos acerca a Simone y nos invita implícitamente a querer saber todo de ella.

La elección de exponerla en escena me interpela: ¿por qué sabemos tan poco de las mujeres que hicieron historia? ¿Por qué la mayoría de los referentes populares en las ciencias, en la política, en la pintura, en la música y en tantos otros espacios son hombres? La respuesta es fácil, por culpa del patriarcado, que utiliza como arma de opresión el olvido de lo que hicieron, de su aportación a la sociedad, a la cultura o al arte. Hoy a más de un siglo de su nacimiento, Brie nos sorprende con sus pensamientos, y a través del teatro la da a conocer, y reivindica su papel dentro de la historia.

Interpretada por la actriz Florencia Michalewicz que consigue construir a la perfección a la joven Weil, ya que expresa con firmeza sus convicciones atravesada por una emotividad que deja al descubierto la sensibilidad y el amor de esta mujer por quienes sufrían las injusticias de la época.

Con un ritmo sereno que inunda de paz y misticismo la sala, todo el espectáculo logra plasmar sus reflexiones, sus escritos, los momentos más determinantes de su vida, como la guerra, el trabajo obrero, la fe y su muerte.

Una obra en la que si bien Brie le da la importancia a la palabra, el contenido visual es muy impactante ya sea por la resignificación de los objetos o por la belleza de las imágenes, y de ese modo, encuentra la forma de mantenernos expectantes convirtiendo esta narración biográfica en un hecho teatral imperdible.