Ninguna la desea

Una obra preciosa, en la que Mauricio Kartun despliega su maestría para descubrir relatos en realidades inesperadas. Existían, hace tiempo, espectáculos de orquestas de señoritas en las que bellas jóvenes se lucían para deleite del público masculino. Ellas hacían la mímica de tocar con gracia un instrumento cuya música provenía en realidad del foso en el que damas mayores o poco agraciadas efectivamente ejecutaban su arte.

Y esta es la historia de una de ellas; magnífica ejecutante, condenada a la maldición de la fealdad, al anonimato de esa orquesta oculta, a los aplausos sobrantes del cuerpo de otra cuando el mérito era propio. ‘La Suerte De La Fea’ nos habla de la necesidad de ser validada como persona y especialmente como mujer y también,  de la relación amor – odio que se establece entre mujeres puestas a competir  por un lugar que ni saben si quieren, pero necesitan. Nos habla también de la buena rebeldía, del no sometimiento a las condiciones impuestas. Qué feo es ser fea cuando la belleza es el pasaporte al ascenso social o simplemente a la compañía, o más aún, a existir, a no ser ignorada. Qué impotencia tener el talento que servirá a otros y encima, la inteligencia para comprender cómo va la cosa y no poder atontadamente entrar en la rueda sin cuestionamientos. Y si bien no todos los finales son felices, no intentar nada siempre es peor.

Luciana Dulitzky se luce en una actuación impecable, llevándonos paso a paso por el camino de su frustración,  su furia y luego de su desesperación, sin dejar de hacernos reír o por momentos, enternecernos, convenciéndonos de su fealdad, gracias a un muy logrado maquillaje y vestuario. Un pequeño palco como escenario, recargado, falsamente opulento, para recrear el gusto de  los años 20. La dirección de Paula Ransenberg logra un bello contrapunto entre la ebullición de ella y la música en escena de Fede Berthet.

 

Ficha:
Actriz: Luciana Dulitzky
Música e interpretación en escena: Fede Berthet
Dirección: Paula Rasenberg
Dramaturgia: Mauricio Kartun