La plaza del diamante. Lolita Flores

La plaza del diamante. Lolita Flores

Ficha

  • Datos de funciones:

    Funciones: 30 Junio | 1 y 2 Julio – Teatro Independencia – MENDOZA
    5 Julio – Teatro Nescafé de las Artes – SANTIAGO DE CHILE
    Estreno BUENOS AIRES – 8 Julio – ND Teatro

  • Prensa:

    Prensa: Lola Barredo

 

El diamante de la vida o cómo descubrirlo en otoño

Asistimos a una plaza y nos la encontramos a ella, a Natalia, «La Colometa», quien nos paseará por gran parte de su vida. Recorrido de diversos colores, aromas y embebido en sin sabores de momentos duros que encuentran, a última instancia, el resurgir.

Ella como una hoja seca en una plaza, concentrando la sabiduría de una porción de historia y sus resultados, culminando un ciclo pronto a recomenzar, adornándolo finalmente todo con sus flores y colores.

La obra está basada en la novela La Plaza del Diamante de Mercé Rodoreda y el director de la misma, Joan Ollé, decide abordarla en escena adaptándola como un unipersonal. En la trama podemos apreciar dos ejes fundamentales de la historia, la condición de la mujer en la sociedad española de los años 60, como así también, la miseria y desazón provocados por la guerra. Natalia es la jovencita, la mujer, la madre, la señora de las palomas, la mensajera; la trabajadora que encarna un momento histórico de precariedad deshumanizante. La Colometa, una mujer fuerte que desde su aparente fragilidad logró sobrevivir con su progenie en una España de posguerra.

Natalia representada exquisitamente por Lolita Flores quien nos impregna de imágenes y sensaciones con  sutileza y contundencia admirables. Generando presente y complicidad desde una acción mínima y mostrándonos ese mundo del cual nos habla como si nos trasmitiese sus propios recuerdos a través de su cuerpo y mirada.

Cabe destacar también que cuenta con una puesta cálida y simple. Con elementos justos que aportan para despertar los sentidos. Desde la madera, como si fuese un libro abierto que la abraza a Natalia sentada en ese banco de plaza. Las luces que, junto con la música, aportan su toque delicado a los diversos momentos y climas de la obra.

Es una hora y media para descubrir junto a Natalia por las cuadras de Barcelona los próximos pasos por dar, el transcurrir de la vida, las adversidades y las posibilidades que se presentan al pasar los años y las decisiones que se pueden tomar. Es un aliento que se recibe cuando se creía todo perdido también. Es compartir una historia en la que se ven reflejadas muchas otras. Es tomar conciencia de adónde nos lleva la guerra para elegir diferente, decidir transformarnos. Es, como dice una canción que Lolita ha cantado mucho junto a su madre Lola Flores, una «apuesta por el amor porque la vida sin amor no es nada».

 

 

Categorías: Reseñas

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