Entramado de Amor

La obra nos propone compartir una trama creada a partir del entrelazamiento y devenir de diversas textualidades, canciones y cuentos. Todo junto conforma una especie de tejido unido por la temática amorosa. Son historias contadas y cantadas llenas de imágenes, sensaciones y que encuentran diferentes desenlaces, los cuales nos invitan a hacernos partícipes con risas, atravesando diferentes emociones, provocando algún lagrimón y hasta comentarios espontáneos por lo bajo mientras transcurre la pieza.
La representación se caracteriza especialmente por la proximidad que establece con el público, se comparten directamente las historias y canciones generando, por momentos, la sensación de estar en un café concert disfrutando de la interpretación de temas musicales, en su mayoría tangos, que se destacan por lo florido de sus letras y rebosar imágenes, sumado a los intensos sentimientos de los que nos hablan: amor, desamor, duda y de nuevo, amor. Esas sensaciones impresas que evocan una época determinada, la manera poética de contar la vida donde se resaltan las características de los barrios, los vínculos familiares y de camaradería, las penas y las alegrías, los cortejos y enamoramientos.
Jorge Capussotti y Silvia Copello nos hacen espectadores de las historias transmitiendo elocuentemente las imágenes de cada una haciéndolas visibles, tangibles, sean narradas como anécdotas, cuentos, citadas como recuerdos o cantadas. Impregnan de calidez el ambiente y mantienen la sensación de expectativa.
La puesta se caracteriza por la sencillez y austeridad de elementos, se focaliza en suceder entre la narración y el canto. Los diferentes cambios lumínicos aportan significativamente a la creación de los ambientes y diversos climas por los que transita la obra.
Resulta que «Inmensos Cachitos de Amor» refleja lo que evoca su título, lo colosal del sentir prepondera en cada pedacito y se expresa en la simpleza de lograr enlazar una sala con miradas cómplices y sentires compartidos.

 

Ficha:

Intérpretes: Silvia Copello y Jorge Capussotti