Frágil

Frágil

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en la cartelera

  • Prensa:

    Claudina Sánchez

 

El oficio del comediante

La sala a oscuras y una voz que resulta familiar bromea sobre el anuncio del locutor. La gente rompe el hielo con su risa ante esta primera humorada, y a partir de ahí se inicia un viaje mágico comandado por el protagonista de la velada, Sebastián Wainraich, que haciendo gala de todo su histrionismo, solito con su alma se pone a cuestas el espectáculo, inundando la atmósfera de una carcajada sostenida durante los 80 minutos que dura “Frágil”.

El, humorista, comediante y actor se transforma en una serie de personajes frente a la entusiasta mirada del público, cuyo eje conductor precisamente es la fragilidad que los habita y atraviesa. El espectador se relame y saborea, a la vez que empatiza con cada uno, que no dejan de ser fragmentos de su propio yo. Ellos resultan tan cercanos, así como los temas que abordan. Wainraich sabe cómo hacerlos queribles.  Los presenta como perdedores, mostrando su lado vulnerable, su fragilidad. Como aquel que se queja de su genética y se compara con la de un famoso, o el bestial y apasionado hincha de fútbol, o el marido un tanto hastiado que se plantea la discontinuidad de la monogamia, o el padre presente y actual que es interpelado por las nuevas necesidades de sus hijos. Pero no se queda ahí, va por más. Sumando al humorista sus dotes actorales, se sumerge en el mundo de la composición, y se convierte en un anciano y luego en una mujer, cuyas suertes no se alejan de la de los anteriores. En ese instante desaparece Wainraich de la escena, se pierde en sus creaciones regalando otra faceta más de su ductilidad interpretativa.

Escrito por él mismo y dirigido por Flor D´Ágostino, “Frágil” es un convite a la risa y a la reflexión, porque detrás del humor, es sabido, se esconden temas serios. La risa interpela al que ríe con aquello que le preocupa, que lo angustia, que lo asusta… que lo hace sentir frágil. El tremendo oficio de comediante de Wainraich queda de manifiesto de comienzo a fin. Y su despliegue escénico está acompañado por las proyecciones que se van sucediendo en una gran pantalla gigante, que le sirven por momentos de partenaire en los diálogos, generando situaciones de  interacción y mayor dinamismo. Las luces y la música –hay un momento musical también- potencian el show, le dan brillo y suman energía, cambiando el clima de los monólogos, y haciendo vibrar al público en la platea, que acompaña gustoso. Con respecto al vestuario, sus personajes aparecen y desaparecen gracias a su impronta creativa, y gracias a la utilización de unos pocos elementos que lleva en una valija, de dónde los extrae para luego volverlos a guardar.

En estos tiempos donde las personas poco a poco están volviendo a sus vidas prepandémicas, después de haber transitado meses tan difíciles donde las pérdidas de toda índole afectaron la existencia de la humanidad entera, la risa se presenta como la mejor cura para recuperar “la vida anterior” tan esperada. La risa sana, cura, alivia el alma. “Frágil” nos brinda todo eso. Se ofrece sencillamente, sin gestos rimbombantes ni exagerados, pero se adueña del espíritu de su público, y lo hace cautivo de la carcajada desde el comienzo hasta el final, sin tregua ni respiro. Risa sanadora, risa antídoto… risa que después de atrapar mágicamente al desprevenido le devela su verdadero motivo y esencia: las fragilidades de la propia existencia. Imperdible!

Ficha:

Actúa: Sebastián Wainraich

Dirección: Flor D´Ágostino

Categorías: Reseñas

Escribe un comentario

Only registered users can comment.