Y me entregué sin luchar

El espectáculo narra uno de los puntos de vista de la historia entre el letrista, periodista, actor  y pensador Enrique Santos Discépolo y la española “Tania” que terminó siendo ciudadana ilustre de Buenos Aires no por haber amado bien, sino por su gran talento como cantante de tango. Si bien la trama no recorre la historia completa, el fragmento elegido de versión libre muestra con claridad la relación de control que tenía la cantante  sobre el letrista. Fantoche significa títere, o persona que carece de independencia y valor real.

Tania (Alejandra Fontán) desembarca en Buenos Aires y comienza a cantar en cabarets. Gracias a su excentricidad de femme fatal y talento natural es mimada por la aristocracia de la época y en un Buick, se lleva el mundo por delante. Una noche conoce al sensible Enrique Santos Discepolo (Martin Rebechi) y comienzan juntos una historia intermitente de pasión y tragedia, aunque la obra se enfoca en la pasión.

Alberto Mauri es el encargado del vestuario y merece distinción por su gran trabajo marcando las personalidades de los protagonistas.

Lo que respecta a la escenografía, uno de los elementos que más resalta, es una Radio Crosley gigante (o antigua radio capilla), que da una idea del contexto socio-temporal. En la misma línea está el vestuario, que ayuda a terminar conformar esa idea.

Ni la segunda guerra mundial impide que el éxito y la fama los abrace, sus giras por todos los continentes son el sello de su relación. Sin embargo la censura del contexto político hace que Enrique se empiece a quedar cada vez más solo. El vacío que siente el poeta agota a Tania, entonces ella se va a cantar letras de otro genio, Homero Manzi. Esto a Discépolo lo fulmina, y nace Sin palabras tema que incluye la frase “Fantoche herido en mi dolor, se alzará, cada vez que oigas esta canción” precisa y atemporal, como todas sus letras. Rebechi ¡fenomenal, en su interpretación de Sin palabras, y en el manejo de la melancolía que caracterizaba a Discepolo! Alejandra Fontán: poderosa. Los arreglos musicales están a cargo de César Nigro, aplausos para él también.

Es una puesta en escena llena de poesía que respeta la cronología del tango, con un clima  misterioso, casi vampiresco.  Bajo la dirección de Luis Cícero “Fantoche herido” es una magnifica opción para analizar el amor,  o lo que se le parece y en realidad no lo es.

 

Ficha

Intérpretes: Alejandra Fontán y Martin Rebechi

Dirección: Luis Cícero