Entre vaqueros, polícias y selvas.

El director argentino Lisandro Alonso, reconocido como uno de los pioneros del «cine contemplativo» del siglo XXI desde su debut en 2001 con «Libertad», ha evolucionado su estilo con la épica y onírica «Jauja» en 2014. Su más reciente obra, «Eureka», una coproducción entre Francia, Alemania, Portugal, México, Argentina, y otros países, fue seleccionada para la 79 edición del festival de Cannes en 2023, presentando una odisea sin límites de espacio y tiempo que abarca desde lo más profundo y congelado de los Estados Unidos hasta las exuberantes Amazonas de Brasil.

En «Eureka», Alonso desafía audazmente la estructura narrativa convencional del cine. La película arranca con un western en blanco y negro protagonizado por Viggo Mortensen, un actor con el que Alonso ya había colaborado en el pasado. Mortensen interpreta a un vaquero en busca de venganza, y la trama desafía y se burla ingeniosamente del espectador con toques cursis y sobre dramáticos. A través del formato 4:3, inspirado en clásicos de esa época, para sumergirse en un mundo similar al de «Jauja», solo para romper con este patrón después de los primeros 20 minutos, llevando la historia hacia una nueva y distinta dirección.

La estructura de «Eureka» da un giro de 180 grados, y la pantalla se amplía, sumergiendo al espectador en el implacable invierno de Dakota del Sur. En este escenario, se sigue una historia completamente diferente, centrándose en las rondas nocturnas de una policía interpretada por la actriz Alaina Clifford. Aquí, se exponen las realidades más ocultas de los Estados Unidos: pobreza, alcoholismo y adicciones al crack. En este acto de la película, las tensiones son intensas, y Lisandro Alonso demuestra su habilidad para crear suspense en la pantalla. El espectador constantemente siente que algo va a salir mal. El contraste entre la película inicial, en blanco y negro, grabada en un set de filmación con un actor nominado al Oscar, se quiebra en Dakota del Sur, un lugar que parece silencioso, vacío, peligroso y congelado. Y para culminar, la película da un tercer giro al introducirnos en una nueva historia completamente diferente en las Amazonas de Brasil.

La cinematografía, a cargo de Timo Salminen y Mauro Herce, destaca como una de las principales virtudes de la película. Los directores de fotografía demuestran una notable capacidad para adaptarse a diversos escenarios, capturando la esencia de cada uno y resaltando la belleza en cualquier ambiente. Aunque la exuberancia del Amazonas facilita la tarea, resulta sorprendente la habilidad para crear planos impactantes en el gélido Dakota del Sur, donde incluso la luz de la policía adquiere una estética cinematográfica.

Otra fortaleza de «Eureka» radica en las actuaciones verosímiles, especialmente en las escenas filmadas en Estados Unidos y Brasil, donde los actores son no profesionales. La decisión de Lisandro Alonso de incorporar intérpretes sin experiencia podría considerarse arriesgada, pero en este caso, resulta un triunfo notable en la ejecución de la película.

La narrativa de «Eureka» se aleja de lo convencional y no brinda respuestas explícitas. Más bien, se presenta como un experimento y una exploración de diversas formas de narrar una historia. La influencia de David Lynch se percibe en la representación de la vida cotidiana a la manera de Twin Peaks, donde las conexiones entre los elementos son más bien de índole filosófica y poética que estrictamente narrativa. En entrevistas, Lisandro Alonso admitió: «No hay nada que entender, la idea es que el espectador se sumerja en un mundo nuevo».

Esta premisa puede resultar desafiante para el espectador promedio en busca de respuestas claras, generando incluso sensaciones de aburrimiento o incomodidad. Por ello, «Eureka» no se dirige a todos los públicos. Aunque se reconoce la audacia en la dirección de la película, es importante señalar que el recorrido es extenso y, en algunos momentos, puede resultar agotador, con episodios en los que la acción parece estancarse. La introducción de tres narrativas completamente distintas, que aparentemente no conectan de manera evidente, contribuye a que los 144 minutos de duración se perciban más extensos, ya que el espectador carece de un claro punto de inflexión o una premisa convencional que anticipe un desenlace.

«Eureka» representa un desafío cinematográfico novedoso y provocador, con imágenes completamente hermosas y actuaciones acertadas. Sin embargo, para aquellos espectadores que busquen una trama con respuestas o un desarrollo más convencional y clásico, esta obra podría no brindar la satisfacción que anhelan.

 

Ficha

Dirección: Lisandro Alonso.

Guion: Lisandro Alonso, Fabian Casas y Martin Camaño.

Elenco: Viggo Mortensen, Chiara Mastroianni, Alaina Clifford, Sadie Lapointe, Villbjørk Malling.

Genero: Drama