Esplendor y brumas.

Una tarde apacible en el Delta de Tigre. Un barco navegando a esas aguas marrones. Un grupo de actores, estrellas de cine de Hollywood oriundos del Conurbano Bonaerense son sus tripulantes. Esta es la historia (o el intento de contarla) de como murió ahogada al caer de un yate, la actriz Natalie Wood. Pero esta vez el dramaturgo Santiago Loza se imagina como hubiera sido esa historia si el glamour hollywoodense se traslada al contexto criollo. Para ver que pasa, por jugar nomás. Y el juego se multiplica si quien está del otro lado del tablero es el director Gustavo Tarrío, entonces la pieza se vuelve un espacio poético, nostálgico y bello.
Un llamativo dispositivo de escena utilizado para construir el barco en el que Natalie pasó su última noche, se transforma y re-configura en diferentes espacios que los actores habitan con una ductilidad para destacar. Un elenco sólido, muy bien conducido, que se entrega por completo al jugueteo a medio camino entre la fantasía cinematográfica y la rudeza del Conurbano.
Este grupo de jóvenes que un día llegan a la capital en busca del sueño de ser estrellas, actualizan la mirada sobre el revés del mundo del espectáculo. La nostalgia del esplendor que se desvanece junto con la juventud lo cubre todo, como la bruma que emana de las aguas y que es tan bien recreada con la iluminación de la escena. Pero a la vez el encuentro de mundos tan disimiles crean un efecto de humor contundente.
Natalie Wood que supo ser la perla llegada de Lomas de Zamora al mundo del cine rememora lo difícil de constituirse como una estrella y tener que sostener la construcción a lo largo del tiempo. Sus compañeros de abordo le muerden los talones encarnando la envidia y destilando el odio que secretamente los enfermó, aunque disfrazado de admiración. La cuestión del talento se filtra por las grietas del relato de Natalie, “Nunca pudimos saber si yo tenía o no talento” sentencia Lana, la resentida hermana de la estrella que la encandiló desde la infancia.
Asesinato o suicidio, nunca se sabrá con certeza. Lo cierto es que la historia termina de manera trágica. Y Natalie continúa despidiéndose con la intensidad dramática de una diva, antes de quedar sepultada bajo la espuma de la fama que la cubre y que más tarde terminará también desvaneciéndose.

Ficha:

De Santiago Loza, con dirección de Gustavo Tarrío y música original de Carmen Baliero.

Actúan Valeria Lois, Moro Anghileri, Patricio Aramburu y Eddy García.