El tipo

Ficha

  • Datos de funciones:

    En cartelera

  • Prensa:

    Carolina Alfonso

 

Yo no pedí ser así, son cosas mías

Los hombres tienen miedo de que las mujeres se rían de ellos. Las mujeres tienen miedo de que los hombres las asesinen” y con esta frase de Margaret Atwood (escritora y activista política canadiense) plasmada en el flayer de “El tipo”, el público entra a la sala donde ya ubicado Lisandro Panelas encarnando su personaje, observa de modo acechante a los espectadores que buscan el lugar que ocuparán durante los próximos cincuenta minutos.

La pieza no tiene desperdicio, la ruta que traza Panelas es la del peligro, la locura y la soledad de un hombre que vive un amor platónico con una joven con la que mantuvo contacto solo una vez y ese encuentro basto para que él solo le inspire a ella miedo y desconfianza.

Este sujeto de profesión; policía, navega por los recuerdos de su infancia, así como también su presente en la comisaria con sus compañeros. Las charlas transcurren entre cientos de chistes y comentarios xenófobos día tras día en la comisaria. En otro tiempo estas “humoradas” sacarían carcajadas al público, pero hoy difícilmente logran esbozar una sonrisa.

El tipo no es un tipo más, tampoco es un tipo cualquiera, es tal vez (y porque no) el estereotipo del hombre como figura de violencia patriarcal encarnado en una profesión que controla, vigila y pretende garantizar la seguridad y el orden: La policía.

Ella por otro lado es una mujer que el Stalkea sus redes sociales y se obsesiona, ya que se aprende las canciones que a ella le gusta, lee los libros que ella lee y conoce todo lo que Mechi publica y de ese modo obsesivo y enfermizo se enamora de ella y crea en su mente una relación sentimental.

No es difícil que este personaje construya distancia y nada de empatía con los espectadores, pero por otro lado se observa un hombre sumiso y lleno de temores, tan frágil que a su vez la figura de poder que trata de ser a través de su profesión solo lo debilita más.

Esta ambivalencia es lograda en la obra e invita al público que en plena tensión por todo lo escuchado pueda darse un respiro, tal vez no cargado de compasión ni mucho menos si no un respiro que invite a reflexionar sobre el sometimiento, el poder y la sociedad que creamos y también somos.

 

Ficha

Actúa: Lisandro Panelas

Dirección: Ana Scannapieco

Género: Unipersonal

Categorías: Reseñas

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