El invierno del juglar

El invierno del juglar

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en la cartelera

  • Prensa:

    Giacani Lauro

 

La última confesión de Chéjov

Este eléctrico unipersonal analiza la espera, la enfermedad y la muerte con tintes de comedia, con una puesta en escena que eriza la piel. Gustavo Provitinia es el autor de la obra y supo adaptar como un guante la manera de pensar Anton Chejov. Carlos Demartino se pone en la piel del escritor, médico y dramaturgo, encarnando las que pudieron haber sido sus últimas horas en este mundo.

En Alemania, allá por 1904, el protagonista con tan solo 44 años,  agoniza de tuberculosis, y está rabioso por no tener las certezas que pretende. Se escuchan sonidos del ferrocarril a cada rato, y se ilusiona pensando que es su amada, la actriz Olga Knipper, que en realidad se encuentra en Moscú promocionando El jardín de los cerezos. El amor es su única certeza, su cable a tierra. Cuando ella llegué chocaran una copa de champagne y al amanecer comunicaran su muerte mientras viaja al más allá, si es que existe.

En el centro del escenario hay un escritorio digno de un comic policial y en él un teléfono, un retrato de Olga, un tintero maltratado y un cuaderno lleno de ideas furiosas sin terminar de formular porque la lucidez es intermitente.  La escenografía y vestuario son de Carolina Simonetti y muestran un gran trabajo de simbolismo que se desprende del guion, y cobra sentido en el transcurso de la obra.

Chéjov recuerda a un mujik, (campesino ruso) que lo perseguía diciéndole que tenía la mejor historia que jamás escuchó: “Un hombre se prepara para morir pero la vida lo interrumpe”.

El dramaturgo camina en su habitación desquiciado, porque a ese cuento le faltan partes. Grita contando con los dedos quién, qué, cómo, cuándo, dónde, porqué y manda al mujik al infierno, con un gesto particular de los renegados. También frunce su seño al repasar sus charlas con Tolstoi, cuando éste trataba de convencerlo sobre la eternidad, -pero un médico está limitado a la materia, le respondía antes, y ahora duda.

La iluminación  y dirección de la mano de  Rafael Garzaniti, son el broche de calidad y belleza de la puesta en escena. Carlos Demartino deja todo en el escenario actuando y en algunos instantes cantando la versión de lo que tal vez fue, la última confesión de un genio de la literatura y la dramaturgia.

 

Ficha

Interprete: Carlos Demartino

Dirección: Rafael Garzaniti

Género: Drama

Categorías: Reseñas

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