Buscando el motivo

Esta historia habla del drama que se genera en una familia a raíz de que Nicholas (Zen McGrath), el hijo adolescente tiene un problema grave.

Sus padres Peter (Hugh Jackman) y Kate (Laura Dern), se separaron hace tiempo, él ahora está con Beth (Vanessa Kirby) y tuvieron un nuevo bebé, Theo, todo esto generó un tsunami emocional que al adolescente se le hace difícil afrontar.

Peter y Kate prácticamente no se hablan, hasta que un día este exitoso publicista recibe la visita de su ex pidiéndole que por favor se ponga en contacto con su hijo porque no está bien y ella ya no sabe cómo manejarlo. Luego de una charla en la que el chico le dice que no puede con su vida, que necesita hacer un cambio para intentar salir adelante, el padre lo lleva a vivir con él. Las cosas parecerían andar mejor, pero…

Si bien el final es bastante previsible, el recorrido es interesante, con pequeños detalles se va mostrando como esa familia ensamblada se va modificando, como cuando no se quiere ver, es como si nada pasara y la procesión va por dentro.

Aunque lo que se cuente sea el problema de Nicholas, el foco está puesto en Peter, la historia se centra en como él vive todo ese proceso, como se enfrenta a su hijo, a su pasado y su propia lucha interna en pos de ser un buen padre y tener todo bajo control.

Una película que está sostenida por muy buenas interpretaciones, con un Jackman sólido, que demuestra lo que está viviendo ese hombre que sufre una tensión interna permanente entre cumplir un sueño o hacer lo que sabe que es necesario; una creación de múltiples caras, mostrando las más sonrientes en público, en el exigente ambiente laboral y por otro lado su preocupación más profunda cuando está solo, cuando las palabras no son necesarias.

La construcción de este padre que hace todo lo posible por reconectar con su hijo, le valió a Hugh Jackman la nominación a los Golden Globes como Mejor Actor de Película de Drama y realmente lo merece.

Laura Dern está a la altura de las circunstancias (aunque su participación es mucho más pequeña), realizando también una interpretación impecable, al igual que  Zen, que se mete en la piel de este chico que está mal al extremo de no saber bien que le pasa y tomar decisiones desacertadas para remediarlo.

Esta película forma parte de una trilogía sobre salud mental llevada a cabo por su director Florian Zellen, cuya primera entrega fu “El padre” en el 2020. Cabe aclarar que originalmente eran obras de teatro, que el autor francés adaptó al cine.

El protagonista de esa primera entrega fue Anthony Hopkins, quien en esta segunda vuelve con el mismo personaje, como padre del protagonista, de una manera acotada, pero que permite hilar ambas historias.

Si bien el film podría ser más corto y ágil, lo rescatable es su intención, ya que esta historia cruda y desgarradora apunta a concientizar sobre la importancia de la salud mental, invita a brindarle atención a tiempo en lugar de restarle importancia.

Quizá el error de la producción es que es “muy teatral” en cuanto a los tiempos y exacerbación de las emociones de manera muy reiterada, se podría decir que le falta una vueltita de rosca a la adaptación para que tenga mayor ritmo.

Una película que pone sobre el tapete temas que muchas veces se esconden bajo la alfombra y eso se vuelve perjudicial, invita a pensar y naturalizar enfermedades que extrañamente para mucha gente siguen siendo motivo de vergüenza, cosa que no tiene sentido. Una oportunidad para ver a Hugh en un rol diferente y profundo, con un gran trabajo.

Una historia dura pero necesaria.

 

Ficha:

Género: Drama
Director: Florian Zeller
Elenco: Hugh Jackman, Laura Dern, Anthony Hopkins, Vanessa Kirby, Zen McGrath.

Distribuidora: Diamond Films