Crónica de una Argentina anunciada

El mundo fue y será una porquería ya lo sé
en el quinientos diez y en el dos mil también
Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafa’os
Contentos y amarga’os, valores y doblé (…)
Fragmento de “El cambalache” Enrique Santos Discépolo.
“El fixer” obra dirigida por Daniel Marcove, refleja La crónica de una Argentina anunciada, esa que amamos con lo lindo, con lo feo y con lo que nos da vergüenza (o no). Con un escenario ubicado en Miami Beach, más específicamente en un bar de aquella ciudad tan poblada de latinos, no podían faltar los argentinos hablando de “argentinidades” el chamuyo, la guita, él apriete y una palabra que no es solo Argentina sino mundial: Poder.
El Fixer, es interpretado por Edgardo Moreira, muy divertido en su personaje pasea por infinidad de matices, es un argentino atorrante, chamuyero, se emociona, canta y se ríe de sí mismo y de los demás. El factor burla es el combustible que utiliza para sus chistes y anécdotas (un tanto amargas, por cierto) Es el encargado de moverse por la escenografía compuesta con dos mesitas, un par de sillas y tres faroles. Simple, pero con un toque chic, bien de un Bar descontracturado y de clase alta, que podría estar ubicado en Miami o en cualquier otro sitio. Pero eso sí, en época de Pandemia, ya que el famoso Covid-19 está presente en el texto.
Este personaje es un arregalquilombos como él lo define, quilombos que nadie puede arreglar pero que el sí porque el chamuyo o la persuasión como le gusta decirlo es algo que maneja a la perfección en su oficio. La obra transcurre dentro de una charla con otro argentino interpretado por Enrique Dumont, este es un sujeto un poco más joven, de clase media, periodista y con la conciencia un poco más limpia. Dumont construye un personaje más reservado, nervioso y un poco tímido. Pero que con el paso de los minutos sale de esa primera impresión y con destreza sutileza entrevista al fixer y sin quererlo recibe cátedra acerca de El reino de las sombras o más bien llamado la política argentina.
El periodista luce un vestuario casual monocromático muy sencillo pero correcto a contra posición con el fixer con un atuendo colorido, moderno con un estilo elegante sport. Que sin duda este último se puede encontrar en cualquier tienda donde se venda “ropa cara”. La contraposición de estos personajes la vemos pordoquier, el vestuario no se queda atrás. La dirección de Marcove
Los casos más famosos de homicidio, malversación de fondos, atentados y otras yerbas que tanto hemos escuchado, son las bases de esta conversación que dura aproximadamente una hora. Bajo una iluminación que se mantiene estable sin demasiado arreglo (porque no lo necesita) El fixer utiliza como materia prima la portada de los diarios y la TV argentina de los últimos treinta años. Un guion impecable de Mario Diament que hace pensar a cualquiera lo escuche.
Arthur Miller (dramaturgo estadounidense) nos dejó una frase célebre: “el teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma”
Y estas últimas palabras encajan perfecto con esta obra. Verla es ver un pedazo de la sociedad argentina, un pedazo que no entra debajo de la alfombra ni necesita bajada de línea. Una realidad que parece ficción y no lo es, pero al punto que se puede teatralizar como nunca.

FICHA
Actúan: Edgardo Moreira y Enrique Dumont
Dirección: Daniel Marcove