La edad, el tiempo y la risa
Tres ingredientes para una historia encantadora

Pulcramente ataviado, ramo de flores y torta en mano, Antonio el personaje de esta historia espera a que comience la celebración del cumpleaños de su amada mujer. Sus primeros flamantes ochenta años, como él mismo nos lo hace saber. Y en esa espera ansiosa por celebrar el amor, amor de tantos años, inevitablemente surgen los recuerdos. El primer encuentro, otras fiestas de cumpleaños, y sin duda aquello que definió la vida juntos: la risa.

Juan Leyrado es el único en escena; sólo él para dar vida a un maravilloso texto de Gastón Marioni quien además es el director de la obra. El actor compone un personaje tierno, divertido y conmovedor con una versatilidad actoral destacable. Su trabajo físico y vocal da cuenta de los saltos en el tiempo de la historia con claridad y fluidez. Leyrado habita con seguridad en esa escena, donde el diseño de la escenografía y las luces es sencillo y funcional, lo que contribuye, a que el trabajo actoral pueda apreciarse plenamente.

El resultado es muy efectivo, el público se ríe más de una vez y lo hace de buena gana, todos en la sala en algún momento se ven reflejados en las anécdotas y reflexiones de este amigable hombre, más tarde también, habrá quienes suelten alguna lágrima. Es que El elogio de la risa es así, un vaivén de sensaciones, como la vida misma.

Antonio en esa noche de espera repasa toda su vida comenzando por el día en que conoció a su amada Susan, a ella y su inconfundible risa. La risa fue la llave para conocer al amor de su vida y en esa noche es el hilo con el que hilvana toda su existencia. El implacable paso del tiempo, el tránsito por las edades de la vida y su relación con la risa, son las grandes cuestiones que se trabajan en la obra. En el reflejo de su memoria Antonio descubre bajo el rostro que le talló el tiempo, a ese mismo niño que fue una vez y que supo reír sin cuestionamientos como sólo los niños y los viejos lo hacen.
El elogio de la risa es una historia sobre el amor, el humor, el tiempo, la vida. Es una pausa que en estos tiempos agitados, otorga el teatro para regalarse la posibilidad de reír y emocionarse. Una pausa, para no perdérsela.

Ficha:
INTÉRPRETE JUAN LEYRADO
LIBRO GASTÓN MARIONI
MÚSICA ORIGINAL DIEGO VILA