Las preguntas: necesidad y condición humana

Existe un lugar en el que se fabrican a diario todo tipo de preguntas. ¿Qué día es hoy?, ¿team verano o team invierno?, ¿amargo o dulce?, ¿por dónde pasa el 92?, ¿quién te cuida?…

Pero un día este espacio mecánico-creativo se ve interrumpido por un empleado de limpieza (Matías Ezequiel De Abreu) que fue contratado sin mayor información del cargo a desempeñar. La irrupción de este sujeto provoca un enorme quiebre, no sólo para los empleados (Gerardo Blanco, Macarena Fernandez y Eleni Koutsoukos), sino que para la humanidad. Una suerte de  revolución en la forma de concebir las interrogantes cambiará la cotidianidad de miles de personas.

Por un lado, el discernimiento del empleado de limpieza se verá mediado por un tipo de oráculo que intenta guiar las decisiones e intenciones que tiene este nuevo integrante respecto a las preguntas que se construyen en esta fábrica. Por otro, de manera lúdica, estos empleados se inmiscuyen en diferentes situaciones donde será posible observar cómo estas interrogantes afectan circunstancias como: una terapia de pareja, un interrogatorio policial y una expedición en la selva.

La versatilidad de las actuaciones, las diferentes onomatopeyas y la pantomima invitan a hacer volar la imaginación. La puesta en escena considera máscaras, accesorios, objetos y cambios de vestuario que aportan al estilo de la comedia. Construyendo así, los diferentes escenarios y la calidad de estos. Gracias a la iluminación, se intensifican los momentos de tensión y los cambios en los diferentes personajes.

Finalmente, parece necesario destacar dos elementos claves de esta propuesta teatral: el tipo de dramaturgia y la relación con el público. El teatro absurdo juega con el humor, elementos ilógicos y un tanto oníricos que se diferencian de lo tradicional. En ese sentido, como público, resulta más ameno relacionarse con el contenido existencial y crítico de la obra que es propio de este mismo género. A su vez, el quiebre con la cuarta pared, el traslado de los actores hacia las butacas y la participación del público generan una agradable complicidad.

Una obra que comparte la profundidad del cuestionamiento humano. Mientras interpela, desarrolla el ingenio. A medida que inquieta con las posibles consecuencias, hace reír. Finalmente, por la obra, por necesidad o condición, resulta inevitable tener una conversación y/o una reflexión después de esta creativa experiencia teatral.

Ficha

Actúan: Gerardo Blanco, Matías Ezequiel De Abreu, Macarena Fernandez, Eleni Koutsoukos

Dirección: Alberto Rosatto