Las apariencias

El dramaturgo francés Jean Baptiste Poquelin, más conocido por su seudónimo Molière se especializaba en escribir comedias que reflejaban temáticas propias de su época (vale recordar que vivió entre 1622 y 1673). En esas comedias ponía en el tapete ciertos aspectos de la vida cotidiana de aquellos tiempos en los que convivían varias clases sociales como la monarquía, el clero y la burguesía. Sobre todas ellas opinaba y realizaba una crítica mordaz de sus costumbres. El tono humorístico de sus piezas ridiculizaba a ciertos personajes dejándolos en evidencia por lo absurdo de su comportamiento y permitiéndonos reflexionar sobre el statu quo.

Este es el caso de El burgués gentilhombre, estrenada en el año 1670, cuyo argumento se centró en mostrar la vida de Jordan, un burgués con aspiraciones de pertenecer a la monarquía. En su afán por conseguir su tan preciado anhelo contrata profesores para que le enseñen todo lo que debe saber para codearse con la nobleza. Así es como toma clases de música, de danza, de filosofía y de esgrima, para aparentar ser lo que no es y así hacerse acreedor de un título nobiliario. Su familia y sus criados ven sus pretensiones como una tontería sin sentido, como algo que nunca va a llegar a lograr, como una ridiculez. De la misma manera piensan  los pedagogos que van todos los días a su casa a impartirle sus conocimientos; piensan que es un caso perdido, pero igualmente siguen con su tarea porque Jordán paga muy buenos honorarios.

Su mujer y su hija, junto con sus criados, un conde y una marquesa conocidos de Jordán, se complotan para llevar a cabo una estratagema que dejará en evidencia el grado de insensatez de Jordan quien le da más importancia a las apariencias y al deber ser que a la opinión de su familia.

En esta versión libre adaptada y dirigida por Pablo Casella, se toma a los arquetipos de los personajes de la comedia del arte y se juega con el intercambio de roles rotativos entre los actores y actrices durante toda la obra, lo que genera un efecto muy interesante por el cual la atención se concentra en la trama y no tanto en la evolución dramática de los personajes. Cuenta también con canciones y secuencias de movimiento muy bien interpretadas, que apoyan el sentido del argumento. La austeridad en los vestuarios, que son todos iguales, salvo por algunos detalles de objetos y accesorios, así como  el maquillaje blanco resaltando las facciones de las caras al mejor estilo mimo, permiten esta posibilidad de que cualquiera de los actores interprete a cualquiera de los personajes de la obra.

Un genuino espectáculo realizado por la compañía Bertolt  de Olivos, que respeta la esencia de la obra de Moliere. Un espectáculo en el que se transmite la pasión por el teatro vocacional.

Ficha

Intérpretes: Gianfranco Dacci, Zoe Luciana Ferrari, Trinidad Giannone, Franco Giansetto Maglione, Clara González Casella, Mar P. Bouvet, Orne Salerno, Camila Elizabeth Sarmiento.

Dirección: Pablo González Casella

Género: Comedia