El acuarelavión

El acuarelavión

Ficha

  • Datos de funciones:

    Bajo 30/6

  • Prensa:

    Prensa: Kazeta Prensa

 

Ver con el corazón

Objetos colgados de los cielos, mapas remotos de un mundo imaginario y la desenvoltura de una protagonista a la hora de interactuar con los objetos sobre el escenario, son los puntos de partida que le dan el indicio al espectador, mientras éste se posiciona, de que el mundo de El Acuarelavión no será similar al que lo aguarda afuera del teatro.

A partir de una escenografía y vestuario planteados por Valentina Chamblat y Carlos Cristófalo, se crea un mundo opaco, donde abundan los tonos oscuros y marrones. Este es el mundo que caracteriza a Melinda, nuestra protagonista, una mujer fría y detallista, a la cual la pasión por su proyecto la ha llevado al borde de la locura, comportándose de manera mecánica y despreocupándose por su estado de salud. Todo ha de ser extremadamente preciso para ella, y, a raíz de su incipiente ceguera, contrata una aprendiz, Johanna, mediante la cual accederemos a todos sus conocimientos e historia previa.

El arduo trabajo de enseñarle a Johanna todo acerca de ese avión, desde el cual la acuarela es arrojada y le otorga un significado artístico de inalcanzable belleza a la obra, le lleva a Melinda seis meses en la diégesis. La manera en que se han fragmentado las situaciones ha de ser destacada. Mediante un magnífico uso de luces –las cuales sufren modificaciones de acuerdo al estado dramático de los personajes- por parte de Bellone, complementado por la melódica música de Safase, transcurren las elipsis que sumergen cada vez más al espectador en la historia. Todo este ingenio técnico, a su vez, tiene un lado artístico, proporcionado por los directores Alba Alonso y Hugo Feutray, quienes han logrado una excelente sincronía entre los personajes, dotándolos de profundidad y realismo, en un mundo justamente fantástico.

El Acuarelavión no es una historia que se resuma a un simple concurso de pintar veredas, sino que las subtramas aportan una profundidad esencial, haciéndole al espectador retomar viejas preguntas retóricas, como cuál es el fin con el que uno hace las cosas, o si vale la pena no ser feliz a cambio del respeto y el reconocimiento. Todas estas temáticas acaecen tras el retorno de Adalberto, el antiguo maestro y amante de Melinda, quien a su vez guarda un oscuro secreto por el cual ha decidido desligarse del Acuarelavión en un pasado. A través de su electrizante relación con Melinda, podremos dilucidar ciertas motivaciones en ella, y también comprender que, en ese mundo triste y meticuloso, hay todavía lugar para su felicidad, sólo es necesario que ella abra los ojos y, como Adalberto afirma, deje de ser tan cabeza dura. Dicho esto, suena paradójico que la protagonista necesite abrir los ojos en el sentido metafórico, mientras que, en el sentido literal, a causa de su incipiente ceguera, vea cada vez menos. Por lo tanto, Melinda deberá aprender a utilizar un elemento con el cual, a causa de su extrema meticulosidad y frialdad, no ve hace mucho tiempo: el corazón.

Ficha:

Elenco: Nicole Camba, Natalia Martinoli, Gustavo Curcho.

Dirección: Alba Alonso y Hugo Feutray

Categorías: Reseñas

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