Multiplicarse

Fernando Pessoa no solo creaba poesía y mundos, sino que le daba vida a otros autores, que nacían en su mente y cobraban vida firmando sus escritos, claro, este portugués inventaba heterónimos; no se conformó con usar algunos alias para sellar su obra, sino que dio lugar a varias personalidades que lo acompañaron en su carrera y su vida.

El amplio escenario pone en contexto antes que comience la función, un recuadro, un marco lo abarca y en este se proyecta una pequeña biografía del protagonista de esta historia, habla de este hombre nacido a fines del siglo XIX.

La proyección se apaga y quedan enormes cubos blancos, los que luego se irán desplazando para dar lugar a diferentes espacios, ellos formaran físicamente ámbitos varios en los que se desarrollan los hechos, cosa que será complementada con el elemento multimedia, el cual no se usa para simplemente mostrar una imagen, sino que esta inteligentemente diseñado para que los espacios cobren vida y profundidad, el equipo que está detrás de la puesta, realiza un trabajo impecable.

En el inicio, aparece un hombre vestido de gris, con un gorrito y bigotes en el proscenio y se presenta a la platea y así comienza a relatarse un día muy particular de este hombre, Fernando Pessoa. Poco a poco se irán presentando lo demás personajes, esos que lo acompañan siempre, esos que son producto de su imaginación, pero para el son un mundo, son tan reales como el mismo, esos que más de una vez realizaron y firmaron criticas uno de otros, esos tan auténticos como cada uno quiera creer.

El 29 de abril de 1914 fue un día muy particular, en el que tanto en su vida como en la historia europea hubo muchos movimientos fundamentales, bisagra y es esa fecha, de la que cada espectador será testigo y cómplice.

Poco a poco iremos viendo, no solo su relación con los heterónimos, sino con su tía, su novia Ofelia, su jefe y demás personajes… de carne y hueso.

Gael García Bernal es Pessoa, realiza un trabajo hermoso, compone a este personaje con sutileza y fluidez, le aporta la frescura que requiere, deja entrever el vuelo interno que tenía el escritor.

Sus principales co-equipers son Fernán Miras (Ricardo Reis) y Martin Slipak (Álvaro Campos), excelentes trabajos ambos, cada uno con un ritmo e impronta personales que se diferencian y complementan, logran un triángulo perfecto. Martin con su particular cadencia al decir, una forma de hablar y hasta de moverse con sello propio. Por su parte Fernán, muestra gran solidez y picardía, se puede decir que más allá de no ser el protagonista principal, es quien lleva el pulso de la obra, se vuelve una especie de relator casi permanente, que no solo acompaña a su creador, sino que se vuelve cómplice del publico testigo.

Todo el elenco se desempeña muy bien, conforman un gran equipo y todos están a la atura de las circunstancias. Decir que Rita Cortese es una actriz de raza suena obvio, pero a veces esto se demuestra de las formas más inesperadas, en este caso su rol es de los más cortos, pero como dicen por ahí, no hay pequeños papeles sino pequeños actores y ella demuestra su enorme calidad actoral. Por su parte Vanesa González (Ofelia) lleva a cabo una muy linda labor, se la ve elegante y segura, una muy buen partenaire para el protagonista.

También el Javier Lorenzo, Fernando Sayago, Nacho Pérez Cortes y Lucas Crespi, cada uno desde un ángulo diferente, pintan el mundo de este particular hombre; cada uno de ellos hace y cuenta muy bien lo que le corresponde.

Sabina Berman (dramaturgia y puesta) y Nelson Valente (dirección) llegan a un resultado redondo, donde todo funciona, cada elemento se ensambla con los demás en perfecta armonía, tomando un día significativo, pintan de pies a cabeza a este gran estandarte de la pluma. Muestran su mundo…. Sus mundos, el interno y el externo, como estos conviven y se complementan.

La música que acompaña es e Gaby Goldman, esta cuenta con una particular cadencia que enmarca la situación y se hace una con esta; un pino que basta para guiar y marcar un ritmo a todo lo que allí ocurre.

Un espectáculo que habla de un hombre que se multiplico, supo ser muchos hombres en uno o quizá se desprendió de algunas personalidades, quizá incorporo otros yo o a lo mejor, simplemente se escindió, tuvo la necesidad de crear heterónimos para hablar por boca de otros porque los personajes de sus historias no le alcanzaban.

Una gran oportunidad para saber un poquito más del escritor portugués que vivió hace un siglo, pero mantiene su vigencia. Una muy buena propuesta que cierra por todos lados, una historia real, un lindo guion y deliciosas interpretaciones.

“Ejercicios fantásticos del yo” … muchas vidas en una vida, un ejercitarse a uno mismo, al yo… jugar y crear con múltiples personalidades sin tener ningún trastorno mental, sino, simplemente dejándose llevar por el juego y dando rienda suelta a la creatividad y la fantasía.

Sin dudas, vale la pena inmiscuirse un rato en la vida de este hombre.

Ficha:

GAEL GARCIA BERNAL
RITA CORTESE
FERNÁN MIRAS
VANESA GONZÁLEZ
MARTIN SLIPAK
JAVIER LORENZO
FERNANDO SAYAGO
IGNACIO PEREZ CORTES
LUCAS CRESPI

Dramaturgia y puesta: SABINA BERMAN
Dirección: Nelson Valente