Crudeza y realidad

Virginie Despentes es una escritora francesa  contemporánea que estalló en 2008 con su manifiesto feminista Teoría King Kong.  Alejandro Maci adaptó el libro convirtiéndolo en cuatro obras teatrales, una de ellas es Durmiendo con el enemigo, protagonizada por Rita Cortese en esta temporada y dirigida por Lorena Vega.

Es la primera vez que se adapta el libro a la escena teatral en donde la actriz encarna en primera persona a la escritora y trae un intercambio vívido con sus experiencias. Rita invita a participar activamente en su monólogo, convirtiéndose por momentos en un diálogo con el público, representando este un extracto de la sociedad y ella a una vocera del feminismo. Su discurso fusiona momentos de humor, con ironías y parodias, analogías con la actualidad pero también muestra la crudeza del relato de Despentes.

La obra transcurre en un escenario simple, simulando el living de un hogar, donde alguien se sienta a conversar, generando ese ambiente de intimidad donde, de a poco,  Rita se mete en los pensamientos y cuestiona conceptos como el ámbito laboral, sexual, conyugal y político. La postura ideológica de la escritora llega al público a través de su cruda experiencia de vida, mujer que fue violada y que logró, de alguna forma, reconstruirse a través del trabajo sexual. Cuestiona fuertemente al capitalismo feroz en el que la humanidad se ve inmersa, siempre desde su perspectiva de género, oprimida a lo largo de la historia.

En Durmiendo con el enemigo se manifiesta el sentimiento de soledad y tristeza que encierra en su interior, no sólo la violación, sino el destrato de la sociedad hacia las mujeres víctimas de todo tipo de violencias. Es allí donde la actriz, en la carne y corazón de la escritora, trae a Alfonsina Storni con uno de sus poemas. Una mujer que se equipara a este llamado de Despentes por haber enfrentado a la sociedad y por su sufrimiento haber llegado al suicidio, pero no antes de luchar por los derechos de la mujer.

Cabe mencionar la presencia del acompañamiento musical de Agustín Flores Muñoz, a través de un instrumento de cuerdas caracterizado por su esplendor en los sonidos graves, generando un clima profundo y calante hasta los huesos, durante el recorrido vehemente del relato.  Actriz y músico nos deleitan en dos oportunidades con acorazadas canciones para hacer del espectáculo una combinación perfecta de las artes más emotivas: la literatura, el teatro, la poesía y la música.