Avanzar como se pueda

A veces para contar una historia, no hacen falta palabras. En este caso, una buena idea y enormes canciones, hablan de un protagonista, de su vida y fundamentalmente del duro momento que está atravesando; el amor que se termina, la madre que lo abruma, la sociedad que lo ahoga y las drogas que lo condicionan.
Si de grandes bandas se trata, seguramente Queen aparecerá en la lista porque habla de todo, porque emociona, porque marco la historia de la música y en este caso es el hilo conductor perfecto para que todo fluya. La concatenación de los temas, se expresa por sí sola, construye un emotivo espectáculo.
Quien protagoniza este cuento es Mariano Zito, demostrando una vez más su calidad vocal y su compromiso interpretativo, es notable el trabajo que realiza, ya que prácticamente no para un minuto, cada canción se une a la siguiente sin pausa para tomar aire siquiera y aun así, se lo escucha impecable. Todo esto sin dejar de lado la emoción que le imprime a su personaje.
Lo acompaña Melanie Lorenzo, en el rol de su novia… ex novia… en realidad están en plena crisis, el camino que el está recorriendo, donde las drogas son centrales, hicieron que la relación se desgaste y ninguno de los dos, la pase bien. Melania tiene una bella y potente voz.
Completa el elenco Maia Contreras, la madre, encarna la exigencia, pero también la fuerza y el empuje para seguir, trata de ser su peñón, pero no tiene los mejores métodos y a él, lo perjudica. Maia tiene una gran presencia escénica, es muy expresiva y hace un uso sumamente preciso y atinado de su gran voz.
La puesta es desafiante, rompe con la estructura tradicional, utilizando tres frentes, obligando al espectador a moverse en su asiento de manera continua, para poder seguir la historia, un buen recurso, aunque riesgoso ya se corre el riesgo que no todos, puedan visualizar el total del espectáculo.
Si hay algo para destacar puntualmente en la puesta, es el magnífico diseño de luces, a cargo del mismo director Sebastián Prada, junto a Gonzalo González, realmente profunda y conmovedora, demuestra lo importante que es la luz en un espectáculo, como generadora de climas y por supuesto como marco; simplemente exquisita.
El escenario principal, es ocupado por la banda en vivo, que se vuelve parte de la historia y obviamente, le aporta power al espectáculo, generando una impronta con mucha personalidad. Los integrantes son Lucas Crawley (guitarra), Diego Alonso (guitarra), Robert Vincent (piano), Maria Zoppi (bajo) y Nico Roldan (batería), grandes músicos, sin dudas.
Tal como mencionaba, la dirección está en manos de Sebastián Prada,  quien sabe lo que quiere, va en busca de eso y lo obtiene, logra un espectáculo potente, intimista y reflexivo.
Definitivamente los amantes de Queen disfrutaran mucho de este musical y quienes no lo sean también, ya que se van a encontrar que es mucho más que un continuum de canciones, hay una historia y un mensaje, que vale la pena conocer.

Ficha:

MARIANO ZITO, MAIA CONTRERAS y MELANIE LORENZO
MUSICOS
LUCAS CRAWLEY (GUITARRA), DIEGO ALONSO (GUITARRA), ROBERT VINCENT (PIANO), MARÍA ZOPPI (BAJO), NICO ROLDAN (BATERÍA)

Dirigida por Sebastian Prada