Después de nosotros

Después de nosotros

Ficha

  • Datos de funciones:

    Tommy Pashkus

  • Prensa:

    Info de funciones en la cartelera

 

Los mundos posibles

Las cañerías del departamento están averiadas. Un caño filtra agua. Para arreglarlo debieron romper la pared del living. Hurgar más allá de la superficie para encontrar el problema. Cuando ocurre algo así, todos saben que las consecuencias del agua obturada en los muros pueden llegar a provocar problemas aún mayores. Lo mejor en esos casos es abrir la pared y buscar a fondo lo que hay detrás. Con esa maravillosa y acertada metáfora, puesta en escena, comienza la obra. Un padre (Julio Chávez) a cargo de su hijo (Matías Recalt) con un retraso madurativo se enfrenta con sus limitaciones, sus miedos, la incertidumbre en cuanto al futuro de su hijo. Su ex mujer (Alejandra Flechner) quien está nuevamente en pareja, le ofrecerá una mirada distinta, quizás más optimista. Lo cierto, es que la pregunta sobre lo que pasará cuando ellos ya no estén les da vueltas, los indaga, los interpela. Juan cree que puede con todo, está la mayor parte del tiempo haciendo cosas; pendiente de su hijo, su trabajo, su ex, tapando como el muro de esa pared algo que lo está desgarrando por dentro y busca salir en cualquier momento.

La dramaturgia de Julio Chavez y Camila Mancilla busca abrirnos a las preguntas; mostrarnos una situación en la cual los espectadores puedan sentirse identificados, tengan o no hijos, ya que nos habla de la mirada que tenemos del mundo que nos rodea, la valentía o la actitud para enfrentar las adversidades; no da respuestas, sino que nos invitada a mirarnos por dentro para reflexionar sobre nosotros mismos. El trabajo actoral es excelente. Julio Chávez recorre todos los matices y estados posibles de un personaje complejo, asumiendo sus contradicciones y la carga emotiva que lo quiebra y desborda. Alejandra Flechner encara de una forma precisa y sin fisuras, una ex esposa que transita la culpa de haber dejado a su marido y a la vez haberse distanciado de su hijo; pero que los quiere y no deja de estar presente cuando puede hacerlo. María Rosa Fugazot logra algo maravilloso con su personaje, siendo la señora que cuida de Fede, representa en parte ese mundo que le teme Juan, ese mundo que pueda aprovecharse de él, pero lo hace desde una ambigüedad que se hace difícil juzgar sus actitudes, como del todo buenas o malas. Matías Recalt por otro lado realiza un gran trabajo, como Federico. Le da veracidad, ternura, y a la vez convicción a un personaje que se hace querer. Por último, cabe mencionar la actuación de Mariano Muso, como plomero, quien logra cumplir con gran solvencia su papel.

La dirección de Daniel Barone es impecable. Permite el lucimiento de los actores en escena, genera climas, es preciso en la disposición del espacio y logra darle armonía y contundencia al desarrollo de la trama.

La obra, con sus magníficas interpretaciones, pone en escena una historia conmovedora que nos hará pensar sobre nuestras fragilidades. ¿Cuánto de esa vulnerabilidad que proyectamos en otros nos pertenece? ¿Cuántas de esas paredes deberemos romper para encontrarnos con nosotros mismos?

Ficha:

Intérpretes: Julio Chávez – Alejandra Flechner – María Rosa Fugazot – Matías Recalt – Mariano Muso

Dirección: Daniel Barone

Categorías: Reseñas

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