Cuando todavía había ciruelos

Cuando todavía había ciruelos

Ficha

  • Datos de funciones:

    Funciones: Sábados de octubre y noviembre a las 20.30 hs, en Pan y Arte, sito en Boedo 876.

  • Prensa:

    Sol Martínez

 

Un último paseo

No es posible hablar de Ana Frank en pasado. Una Ana a quien le arrebatan la vida siendo casi una niña.  No es posible hacerlo, cuando nuestra realidad vuelve a crear pesadillas en éstas latitudes, instalando vulnerabilidades que la sociedad naturaliza enajenándose en el individualismo, el odio, los prejuicios. Hoy nacen nuevos racismos, nuevas justificaciones a deshumanizar a otros, nuevas excusas para etiquetar, marcar, señalar y excluir. Ana Frank nos sigue hablando en presente desde su descarnada humanidad de niña que se resiste a dejar de soñar; que quiere ser. Ella. No una judía. No una ilegal, ni cautiva. Una persona.

‘Cuando todavía había ciruelos’, una obra de sensible dramaturgia y dirección de Sol Martínez, evoca los últimos días de libertad de la familia de Ana. Una carta convocando a su hermana Margot a trabajar en uno de los campos hace decidir a sus padres, Otto y Edith, que ha llegado la hora de trasladarse al refugio que preparaban desde hacía un tiempo. Todo transcurre en un cuarto de la casa que dejarán  en breve.

La obra nos relata de un momento histórico bien conocido, el nazismo, pero nos habla de una jovencita, o dos, mejor dicho, Ana y Margot, en su tremendo intento de no perder su adolescencia; sus sueños, sus ganas de crecer y vivir libres, como antes, o como debería ser siempre. Veremos escenas típicamente familiares en un logrado costumbrismo de época; a su adorable padre y a su angustiada mamá. Los conflictos entre las hermanas, que a pesar de que claramente se aman, explotan entre ellas ante su terror y desesperación. Un narrador invisible a los personajes, caracterizado como un joven de la época,  se dirige a los espectadores para introducir e hilar el relato, a la vez que interviene como ayudante de escena. Lo más bello fue percibir cómo desde la dramaturgia y desde la construcción estos personajes son profundamente humanos, de carne, hueso, contradicciones, miedos y risas. El vestuario recrea perfectamente la época, lo cual es un mérito especial al tratarse de una producción independiente.

Una obra que lleva a pensar en los niños víctimas desde los dos lados; los que son deportados y también los niños criados antinaturalmente en el festejo del odio, habituándolos a acciones de segregación y desigualdad. Para no olvidar el pasado y accionar en el presente, donde la pobreza y la ignorancia, se convierten en nuevos campos de muerte.

Ficha:

Actúan:
Ana: Nicole Camba
Margot: Coti Simioni
Narrador: Hugo Feutray y Amilcar Ferrero
Edith: Celina Rodríguez
Otto: Daniel Goglino

Dramaturgia y Dirección: Sol Martínez

Categorías: Reseñas

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