La secta del WhatsApp

Actualmente, nuestras vidas se encuentran continuamente atravesadas por las “nuevas tecnologías”, y principalmente por el continuo uso del celular. Caminamos por la calle aparato en mano, los usamos en los transportes públicos, en el trabajo, en los hogares e incluso en el baño. Hoy nuestros teléfonos móviles son herramientas que nos permiten, no sólo comunicarnos, sino también informarnos, divertirnos, despejarnos, formar redes de conexión, ver videos, escuchar música y tantas funciones más con sólo mirar una pantalla. El famoso “black mirror”, del que habla la popular serie inglesa.

A partir del uso de los teléfonos celulares y el dilema de los benditos grupos de WhatsApp es que surge esta innovadora, divertida y dinámica propuesta pensada por Ezequiel Hara Duck y Jony Camiser.

La idea surge, según los directores, basándose en esa imposibilidad diaria de desconectarnos. Así ellos diagramaron esta experiencia teatral usando los móviles como elemento narrativo en el marco del teatro de inmersión. Los espectadores ingresan al hall de la sala con el objetivo de sumarse a un grupo de WhatsApp desarrollado especialmente para la ocasión. Al salir del recinto y pasar a la vereda comienza la interacción. Es entonces que la famosa Avenida Corrientes con sus marquesinas, pizzerías, librerías y transeúntes ocasionales; se convierte en el escenario perfecto para la obra.

A partir de ese momento y durante un poco más de una hora se irán recibiendo instrucciones a través del teléfono y cada uno de los participantes se vuelve protagonista de este juego interactivo. Comienza una manera diferente de relacionarse entre sí y de mirar la ciudad con otros ojos. Es super interesante observar las reacciones de la gente al pasar, la curiosidad por saber porque un munido grupo de personas, celular en mano, realizan todo tipo de actividades poco habituales, actividades que sin lugar a dudas nunca nos atreveríamos a hacer si estuviésemos solos caminando por esa peatonal. Un detalle fundamental a tener en cuenta es tratar de no entorpecer las perfomances de los artistas callejeros porque pueden molestarse y mucho.

Absolutamente recomendable y digna de vivir la experiencia, “Clavemos el visto” se impone como una dinámica artística lúdica única en el mundo, completamente interactiva, experimental y original. Los integrantes de cada grupo se divierten, se animan a jugar, a reír y a involucrarse con los eventos que transcurren. Sin lugar a dudas, cada función culmina con el público que fervientemente aplaude de pie y agradece el haber sido parte de este espectáculo porteño.

 

Ficha

Directores: Ezequiel Hara Duck y Jony Camiser