La fonda a los desesperados

Según el concepto de “no-lugar” acuñado por Marc Augé (antropólogo francés), existen espacios en los cuales los individuos habitan de manera anónima y solitaria. A diferencia de la idea moderna de “lugar” – donde el espacio puede construir un marco de referencia y ser parte constitutiva de la identidad del sujeto o del grupo-, en los “no-lugares” prevalece el no encuentro con el otro, la desconexión, la escasa o nula pertenencia, el sentimiento de identidad colectiva fragmentado, el aislamiento y la falta de empatía. Son algunos de los ejemplos de estos no-lugares: los supermercados, los aeropuertos, los campos de refugiados y, por qué no, la fonda donde trascurre la historia de “Clandestino Maracaná”.

Nueve personajes atravesados por su propia desesperación y soledad, se entrecruzan en un sinfín de situaciones y son la trama en sí misma de esta historia: un escritor-poeta que reflexiona intensamente sobre la realidad social, en un mundo marcado por la injusticia y la desigualdad; un mozo, que toca el acordeón detrás de una máscara; dos amigas, que aluden constantemente a la retórica, en un encuentro que funciona en paralelo, sin la más mínima conexión; la dueña del bar, una luchadora en el sentido más literal, que su verdadera pasión es el boxeo; una mujer alcohólica y desquiciada, que le sobra el dinero; una cocinera que intenta escaparle a los estereotipos; un delivery desbordado por la urgencia y la inmediatez del próximo pedido; un policía capturado por un sistema represivo y violento- necesario para mantener el orden de una sociedad tan dispar-.

La dirección y dramaturgia de Marcelo Perez están perfectamente amalgamadas. Se ve claramente la construcción escénica de los textos y el aprovechamiento de los recursos interpretativos de cada uno de los integrantes del elenco. La escenografía recrea un ambiente minuciosamente definido, tanto por la elección los objetos como por la disposición de los espacios. Las actuaciones son muy parejas, y la caracterización de los personajes está por demás lograda, en una puesta donde el soliloquio constituye una parte esencial del entretejido dramático.

Ésta es una propuesta sumamente interesante que hará reflexionar al espectador sobre los tiempos que corren, y les abrirá algunos interrogantes con respecto a aquellos lugares que ocupamos o no, en un mundo, por momentos, desolador.

 

Ficha:

Intérprete: Agustín Belloli (Deliberado), Daniela Colucci (Danielandia), Paula Flaks (Paulatina), Soledad Leone (Soledades), Micaela Minervino (Micaelita), Martin Ojea (Martiniano), Ignacio Pereyra (Polizia), Federico Santisteban (Pavlov), Laura Tarchini (Cocinera L).

Dramaturgia y Dirección: Marcelo Perez