Canticuénticos

Canticuénticos

Al menos mil quinientas personas presentes en el patio de Ciudad Cultural Konex, o tal vez más, esperaban para jugar, escuchar y bailar con las canciones del grupo santafesíno Canticuénticos. Eran una mayoría de niños, menores de 6 años, que acompañados de sus familias y cientos de bebes en cochecito inundaron el patio y las escaleras de acceso a la sala principal.

Para los que llegaron temprano hubo un taller de collage a cargo de la mismísima Estrellita Caracol, quien ilustra los discos, libros y cancioneros del sexteto desde siempre, una de las actividades que se propuso a los presentes fue la de recortar peces de colores que luego fueron utilizados en escena en una de las canciones del show. Esto sucedía cuando se ingresaba al gran espacio al aire libre, mientras se acomodaban las familias y hasta algunos inconformes frente fuerte calor se quedaban cercanos a las lluvias de agua que se arrojaban desde fondo o buscaban mejor ubicación trasladándose con el mate, la botella de agua y el cochecito de un lugar a otro.

…”De pronto una musiquita
Empezó a sonar adentro,
de la cabeza a los pies,
de los pies a todo el cuerpo…

la chinche se fue volando. ¡Qué sí!
¡¡Santo remedio!!

Santo, santo remedio,
se cura cantando
Santo, santo remedio,
se cura bailando”.

Ingresaron a la escena Daniela Ramallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Ruth Hillar (Coros y Flautas), Daniel Bianchi (Guitarra), Gonzalo Carmelé (Bajo y Contrabajo) y Nahuel Ramallo (Bateria y Percusión) con vestuario colorido y coreografías de baile contagiosas. Lo que siguió fue una verdadera fiesta de luces, proyecciones, cuentos y canciones. Ya ubicados en el lugar principal junto con los instrumentos predominaron los ritmos como la chacarera, la milonga, la cumbia, la chamarrita, el huayno, la cueca y el chamamé, causa del aplauso cada vez más enérgico de los asistentes. Siguió un despliegue de juegos con cintas en:

…”Bate con la cucharita, bate con el cucharón
bate con la cucharita, bate con el cucharón.

Por más que le agregue sal, siempre le falta sabor”.

Ruth Hillar es la compositora principal junto con Daniela Ramallo en esta tarea que comenzó hace más de doce luego de un taller de canciones con Jorge Fandermole. Recién se materializó en 2009 con la producción de “Canticuénticos, embrujados”, luego siguieron canciones nuevas en “Nada en su lugar” (2013) y “Algo que decirte” (2015), En estos más de diez años, las presentaciones en vivo ante salas colmadas parece ser lo habitual, fenómeno que ocurre cuando los más pequeños los aceptan, los quieren y los cantan.

..“Tengo las manos dispuestas
Quiero, quiero, claro que sí

Más que eso quiero pedir
y es que no sea todo para mí
sólo lo disfrutaré de verdad
si lo puedo compartir.
quiero, quiero, claro que sí
quiero, quiero, claro que sí”…

Pero quizás lo más destacado de la expresión artística del grupo Canticuénticos resida en el compromiso que existe frente a los temas actuales como el abuso infantil donde además de promover la música con ritmos más cercanos a nuestra argentinidad, lo hacen también con una mirada cultural profunda, diversa e integradora con predominio de una estética única.

Si no te alcanzan las palabras
para lo que hay que contar,
inventemos otro idioma.
siempre te voy a escuchar.

No se tienen que guardar
los secretos que hacen mal
No se tienen que guardar
los secretos que hacen mal

ya no habrá que andar con miedo
porque te voy a cuidar

Sin embargo, no todas las canciones son para los chicos, también hay juegos, rimas, trabalenguas y cuentos que son para los grandes y así sucede con el repertorio que proponen. Entre sonrisas y palmas se cantaban los estribillos de la canción que interpreta la llamada a comer de las madres.

ya va, ya voy, ya voy, ya va
ya va, ya voy, ya voy, ya va
ya va, ya voy, ya voy, ya va
ya va, ya voy, ya voy, mamá!

Dame un ratito que estoy
con un libro buenísimo y justo no puedo parar.
Termino el segundo capítulo y
voy enseguida, nomás un poquito esperá.
Perdón si no puedo,
ya empiezo el tercero.
Total no son tantos,
me faltan sólo seis para terminar. ¡Ya voy mamá!

Canticuénticos brindó un recital integro, honesto y preciso y estas intentan ser palabras justas para definir vivencias indescriptibles ya que la mirada sigue siendo adulta aunque escondamos nuestra alma de niños. Sin embargo, en la gran mayoría de los presentes, no existe tal cuestionamiento aunque bailen, conozcan y canten casi con perfección sus letras.

“Algo muy serio tengo que decirte.
es importante, no vayas a reírte.
¡Ay! Cómo me cuesta decirlo con palabras
Voy a probar, si puedo con las palmas,
Voy a probar si puedo con las palmas.

Si con las palmas no entendiste nada
vuelvo a intentar decirlo con palabras”…

Talento, creatividad, carisma y don de gente son algunas de las fortalezas del grupo, que con micrófonos con vincha, saltando y bailando contagiaron con su pasos a todos, pero todos incluidos los trabajadores de Ciudad Cultural Konex confundidos entre los niños de a pie con el éxito indiscutible que ya cuenta con más de 35 millones de vistas en Youtube:

“Al monstruo de la laguna…
le gusta bailar la cumbia…

se empieza a mover seguro
de a poquito y sin apuro.

Mueve la cabeza, mueve los pies, mueve la cadera,
mueve los hombros, mueve las manos, mueve la panza…
hasta que se cansa!”…

Además de las canciones mencionadas, el Monstruo de la Laguna protagonizó otras canciones muy aplaudidas como “Viene para acá”:

“¡Ay! ¡Qué miedo da!
Viene para acá.
¡A esconderse ya!
Viene para acá…
Que te va encontrar
y cuando te encuentre.

Que te asusta suavecito…
Que te asusta un poquito más…
¡ay que te asusta fuerte!
Para bailar esta cumbia
hay que ser valiente.

Ya avanzada la tarde por la luna, luego de una hora y media de espectáculo llegaron más canciones para iluminar los bises de un día memorable, de una experiencia recomendable y saludable para resurgir hinchados buena de energía. La salida fue organizada, los niños o sus padres quisieron llevarse recuerdos de los stands oficiales del grupo mientras soñaban con un pronto encuentro.

Son tan lindos los reencuentros
que no vamos a llorar.
si hace falta despedirse
para volverse a encontrar.

Son tan lindos…

Categorías: Reseñas

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