Bosque adentro

Bosque adentro

Ficha

  • Datos de funciones:

    En cartelera

  • Prensa:

    Carolina Alfonso

 

Al menos si te perdés en la ciudad, las calles tienen número.

¿Cuántas definiciones puede tener la palabra “viajar”? ¿cuántas analogías se pueden crear con respecto al espacio que habitamos en comparación con nuestro ser interior? las relaciones interpersonales no dejan de ser una interpretación de quien las vive, pura subjetividad. Los patrones familiares que se repiten: la culpa, la culpa, la culpa. “Te lo dije”, “tu papá es así”, “¿por qué no me lo contaste?”, “vamos a estar bien”.
Camino al sur con Lara y su mamá, recorriendo la llanura pampeana y el desastre que provocaron los incendios. “No me vengas con eso del calentamiento global”. Creencias, discursos que pasaron de generación en generación al punto de olvidar quién fue quien los dijo por primera vez.
La relación madre-hija dentro de una camioneta durante 18 hs. La mutua admiración disfrazada de reclamos y dos personajes bien estereotipados: la madre solitaria que todo lo pudo cargando a su hija en su vientre desde los 18 años, y la hija adolescente, adolesciendo.
Bosque adentro todo puede volverse muy tenebroso en soledad y al anochecer. Pero en cuanto asoman los secretos guardados, la palabra no dicha, empieza a divisarse lentamente la luz del alba y ya no genera tanto miedo como antes.
Un hermoso texto de Carla Moure, sensible, por momentos poético, por momentos coloquial, empático, algo retórico y entregado a la reflexión del espectador.
Sus protagonistas: Inés Estevez y Ornella D’ Elia, van a encarnar con total verosimilitud los textos de Moure. Es muy orgánico el vínculo generado entre ambas actrices y puede notarse la química entre ellas. Cabe destacar una escena donde, fumando, Lara va a hacer una fuerte confesión a su madre; sin dudas, un momento clímax de la obra, donde puede sentirse la atención del público que se encuentra estático y completamente en silencio.
La escenografía es de una calidad superior. El diseño de Nicolás Pol y la realización de Walter Domingo Lamas y Maite Corona, es simplemente una belleza: al ingresar a la sala, ya se está muy a gusto con lo que se ve en escena: una camioneta, dividida en partes para generar dos espacios diferentes y a su vez, poder divisar con claridad el accionar de sus intérpretes.
Cabe destacar la música original, ejecutada en vivo por Tomás Pol, quien va a ser el guía de acciones y a su vez, generador de climas durante el espectáculo.
Acertadísima decisión la inclusión de mapping: los diseños de Moreno Pereyra son proyectados en dos pantallas verticales al fondo del escenario y también en la superficie plana del vehículo. Combinado con el diseño de luces de Ricardo Sica, se generan visuales muy acogedoras. Sin pecar de explicitud, los cuadros que aparecen crean nuevas metáforas en el relato.
Una hermosa opción dentro de la cartelera porteña, especialmente para disfrutar entre madres e hijas, donde sin dudas, va a haber identificación de ambas partes.
Mientras más uno se adentre en el bosque, más riesgo hay de perderse. Pero perderse, es fundamental si uno quiere encontrarse.

Ficha:
Dirección: Corina Fiorillo
Elenco: Inés Estevez y Ornella D´Elia.
Género: Drama

 

Categorías: Reseñas

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