Mi abuela no abrazaba, pero hacía chocolate

Dicen que nos parecemos más a nuestros abuelos que a nuestros propios padres.
En el caso de las mujeres, la relación abuela-nieta es muy especial. Hicieron nacer a nuestras madres, lo que quiere decir, que obtenemos una alta carga genética de ellas.

¿Cuántas cosas obtenemos de nuestras abuelas? Más allá de cualquier cualidad física, recibimos células que van a definir todos los aspectos de nuestra personalidad. Y no es casualidad que seamos alérgicos a las mismas cosas que aquella mujer de nuestro linaje; Que nos hierva la sangre de bronca por las mismas cosas; Que estornudemos de la misma forma; Que nos enamoremos de la misma manera.
Somos una generación de nietos de abuelas y abuelos que huyeron de la guerra. Cargamos con nosotros un pasado de destierro, tristeza, injusticia y soledad. Un pasado donde la comunicación era nula, los viajes largos y las distancias eternas.

“A mi abuela se le llenaron los ojos de lágrimas cuando le dije que crucé la cordillera en avión”. Algo que para nosotros es tan común, antes formaba parte de algo utópico.
Tres bisnietas de la Patagonia Argentina, reunidas en una cabaña para descubrir que un lazo muy fuerte las une.

Un cofre con cartas que van a revelar parte de su historia. Todo lo que está escrito, es nada más y nada menos que la verdad.

Una historia que habla sobre la prostitución a temprana edad. Ninguna mujer nace para prostituta. Y que quede bien claro. Tres mujeres que llevan la camiseta bien puesta. Sin clientes, no existiría la trata de mujeres.
Actuaciones parejas con apartes para que cada una de ellas tenga su momento de atención.
La escenografía es ingeniosa, haciendo hincapié en la tecnología de hoy en día, el GPS: ese mapa donde no se escapa ni el más mínimo charquito de la tierra. Pero donde lamentablemente, desaparecen miles de personas.
A nivel lumínico y sonoro, se utilizan los tonos fríos y un constante sonido a viento que nos remite a una estación invernal en su mes más fuerte.
El guión es confuso al principio, dando vueltas por un árbol genealógico donde hay que prestar atención, pero a medida que va avanzando la función, vamos comprendiendo exactamente el parentesco de cada una de las protagonistas.
Una obra apta para todo público.
Ficha:

Actúan: Sofía Bertolotto, Dalma Maradona y Alexia Moyano

Dirección: Erika Halvorsen