Un secreto que condena

Es el cumpleaños 30 de Mía, una joven escritora que se encuentra en un momento de crisis existencial, a seis meses de separarse de su novio, y sin ningún motivo real que le sirva para salir adelante y seguir con su vida. A nivel profesional, se haya varada en un vacío creativo que no le permite proseguir con la novela que viene escribiendo desde hace meses. Así y todo, decide recibir la nueva década con el acompañamiento de sus cuatro amigas del alma: Laura, Carla, Delfina y Jazmín. Pero algo inesperado sucede. La llegada anticipada de una de las amigas hará que se revele un secreto oculto que provocará un giro en la historia, y el encuentro que intentaba ser festivo se transformará en un encadenamiento de verdades ocultas que encontrarán el momento propicio para salir a la luz como grito desesperado. O al menos eso parece…

“Atormentadas” es una comedia dramática escrita y dirigida por Pablo Javier Roig, con las actuaciones de un coro de jóvenes actrices que llevan adelante la acción de este juego de misterios, secretos y revelaciones de manera dinámica y acertada. Victoria Monti es Pía, la desilusionada y pesimista escritora cumpleañera, que no encuentra nada positivo en lo que la rodea y que intenta arrastrar con su discurso fatalista a todo ser vivo con el que se cruza. Guadalupe Pita Monzón compone a Laura, la que ve la vida de una manera más positiva y lleva adelante lo que cree la hará sentir bien sin pensar demasiado en el qué dirán los demás… sea lo que sea. Camila Prunesti es Carla, la periodista, que busca la verdad y la mirada objetiva en todo; es fiel a sus convicciones y lucha por ellas cueste lo que cueste. Brenda Pisanú es Delfina, la contadora, la más pragmática de las cinco, proyecta todo en base a cálculos y números; es “la razón instrumental” aunque también tiene su faceta sensible, que la manifiesta a través de su pasión: la fotografía. Y Celeste Di Giovanni es Jazmín, la actriz frustrada, eterna concurrente a los castings de los que se va siempre con una promesa de llamado que nunca se concreta; su soltura y desparpajo van de la mano con cierta obsesión por lo gastronómico que la mantiene en alerta permanente. La puesta de Roig se apoya en dichas actuaciones, utilizando una escenografía minimalista y práctica funcional al ritmo escénico, sostenida a su vez por las luces que acompañan los distintos momentos y climas de la historia, y el vestuario colorido, como continuidad de los personajes..

“Atormentadas” es una de esas obras ideales para ver con amigas– y por qué no amigos también-, donde las verdades del universo femenino se acumulan hasta salir a la luz de manera inesperada, y donde la fuerza de la amistad como vínculo indestructible es capaz de perdonar cualquier error cometido en el pasado.