Un concierto único

Como profesionales, a veces nos encontramos con coberturas diferentes y vale contarlas de otra manera, este sin dudas, es uno de esos casos.

Imaginen una juguetería gigante minutos antes de abrir, ahí adentro están lanzando el juguete que todos los chicos esperan y en esos instantes previos hay uno, esperando con las manos y la cara contra el vidrio, tratando de ver algo y deseando que abran la puerta, así por fin poder tener lo que fue a buscar… bueno, más o menos así estaba yo antes de entrar al Opera.

Iba dispuesta a ver un concierto hermoso (tal como el que realizo hace ya un tiempo), pero me encontré con muchas más sorpresas de las que esperaba, para empezar Angel Mahler y la orquesta B.A Pops, abrieron con el tema de los Avengers (que??? Mi parte más freak saltaba de emoción en mi interior).

Minutos más tarde, el Director se dispuso a contar de que íbamos a ver, como así también él porque del nombre y fue cuando descubrimos que tanto este (como también gran parte del espectáculo), es un homenaje a John Williams, creador de una infinidad de éxitos cinematográficos, tal como el nombro a su Orquesta Boston Pops, Mahler hizo lo propio, pero con su ciudad, así nació B.A Pops (mi freak interior, ahora más que saltar, hacia mortales para atrás).

Un repertorio interpretado con total virtuosismo, donde la orquesta se lució y emociono, con icónicas y complejas piezas, dando cuenta nota a nota de la calidad artística que portan. No debe ser simple coordinar un grupo con más de cincuenta integrantes, pero en este caso la coordinación y el ensamble son perfectos, se los ve y escucha muy afiatados.

Por supuesto hubo un momento para los invitados, todos ellos se lucieron con hits del cine y (como no podía ser de otra manera) de espectáculos creados por el director, ellos fueron: Demir Lulja (violín) un trabajo exquisito teniendo como centro la música de Cinema paradiso. German Barceló abrió la tanda de cantantes cargado de emoción y fuerza. Nacho Mintz… ahhh Nacho una vez más fue Quasimodo ¿se puede pedir algo más?, seguro que sí, pero sería vicio!

Florencia Otero y German Tripel, hoy por hoy son “la” pareja de los musicales, brillaron solos, ella con “Never enougth”, el con “The show must go on” y juntos (la frutillita) “Shalow”, hermosos como siempre. Emanuel Mahler, no solo estuvo tocando, sino que fue centro de algunas anécdotas a cargo de su padre, pero más allá de eso, brillo con luz propia.

El conjunto de bombos Taiko Nikoyakan, con Gastón san Cristobal al frente, se lucieron con sus enormes bombos, fuerza y coordinación. El coro polifónico de Morón, 60 personas haciendo bellísimos coros, aportando un estremecedor telón de fondo en algunos momentos.

Albertina Ferri, que con solo 17 años logro que gran parte de la platea se ponga de pie sin conocerla… me temo que quien será la protagonista de “El diario de Ana Frank” va a dar que hablar, una verdadera sorpresa.

Por ultimo Juan Rodo ¿es posible que a alguien que este escuchando temas de Drácula y de pronto aparezca Juan al micrófono, no se le ponga la piel de gallina? …. ¡Exacto, no!; pueden pasar los años, los protagonistas, los personajes, pero Drácula sin Juan no es lo mismo y Juan con Drácula, es un placer, quizá es a el que el personaje podría decirle “de qué sirve la inmortalidad, si no estás a mi lado?”. ¿Qué decir de todos ellos no? Cada vez que salía alguno, era una ovación, todos artistas sumamente talentosos, donde podemos destacar a

Otro “invitado especial” fue Damián Mahler (si bien estuvo al piano todo el espectáculo) en algunos momentos fue nada menos que Director invitado, intercambiando lugares con su padre, quien se sentó a tocar; realmente ver la pasión y energía que ponía en sus manos y todo su cuerpo, era emocionante, realmente con sus movimientos parecía volar.

Al frente de todo esto Angel… más allá de su talento y la pasión que pone en su trabajo, el profesionalismo y el hecho de estar en cada detalle, era notorio un enorme disfrute entreverado con el orgullo de haber logrado lo que estábamos escuchando, esos “mínimos” detalles, mostraron a un Mahler diferente

Para ir cerrando, vale mencionar la puesta, con una pantalla gigante al fondo, sobre los músicos, donde se proyectaban videos relacionados con lo que pasaba en escena, tanto imágenes que se tocaban por algún punto, como el vivo alternada e incluso entrelazadamente. A esto se sumó la magnífica puesta de luces, aportando climas y una permanente armonía visual.

Definitivamente estaba anunciado como un único concierto, pero fue un concierto único! Aplausos de pie que se multipliquen para todos los protagonistas!